Julian Assange, a través de Wikileaks, ha prestado un gran servicio al mundo documentando los crímenes de guerra de Estados Unidos, el espionaje contra sus aliados y otros oscuros secretos de las organizaciones, regímenes y empresas más poderosos del mundo. Todo esto no le ha procurado la simpatía de las cloacas del estado norteamericano. Tanto Obama, como también Clinton y Trump, han declarado que arrestar a Julian Assange debe ser una prioridad. Recientemente hemos confirmado [1] que Assange ha sido acusado en secreto para que sea extraditado a Estados Unidos tan pronto como pueda ser arrestado.
La persecución contra Julian Assange, la persecución de un editor por publicar una información [2] que es veraz y de claro interés público – y que ha vuelto a ser publicada en los mayores periódicos del mundo – es una amenaza a la libertad de prensa en cualquier territorio, especialmente cuando Estados Unidos trata de imponer su derecho a arrestar y juzgar a un ciudadano extranjero que no está ni estaba por aquel entonces en suelo estadounidense. La sentencia ya ha sido decidida de antemano: si no se le condena a pena de muerte, entonces será a cadena perpetua en una prisión de alta seguridad donde será maltratado como Chelsea Manning. La sola extradición de Julian Assange a Estados Unidos supondría también la muerte definitiva de la libertad de prensa en Occidente.
La valiente nación ecuatoriana ha ofrecido asilo político a Assange en su embajada londinense durante varios años. Sin embargo, desde el nuevo gobierno ya han declarado, bajo presión de EEUU, que quieren expulsar a Assange y entregarle a la policía que controla la embajada tan pronto como puedan. Por el momento ya han restringido sus visitas y su acceso a internet, apagado la calefacción y dejado que se congele en un estado de total desolación durante los últimos meses, causando así un rápido deterioro de su salud y violando sus obligaciones en Reino Unido bajo la Convención Europea de Derechos Humanos. Por tanto, nuestra exigencia a los gobiernos de Ecuador y Reino Unido es la siguiente: ¡que no extraditen a Assange a EEUU!, que se garanticen sus derechos humanos, que se haga su estancia en la embajada tan tolerable como sea posible y que se le permita salir de la embajada hacia un país seguro tan pronto como haya garantías de que no se procederá a su arresto o extradición. Además, como votantes de la UE, alentamos a las naciones europeas a que emprendan acciones decisivas para proteger a un periodista en peligro. El mundo sigue mirando.
[1] https://www.nytimes.com/2018/11/16/us/politics/julian-assange-indictment-wikileaks.html
[2] https://theintercept.com/2018/11/16/as-the-obama-doj-concluded-prosecution-of-julian-assange-for-publishing-documents-poses-grave-threats-to-press-freedom/
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